Refrigeración
Solución personalizada para sistemas de refrigeración de baterías en vehículos eléctricos e híbridos.
Gestión térmica
Equilibrio entre módulos de batería
Garantizar el caudal de refrigeración de las baterías
Personalización de soluciones
Sistemas de refrigeración
Refrigeración de baterías para vehículos eléctricos e híbridos
El sistema de refrigeración es uno de los puntos más importantes que se deben implementar en un vehículo eléctrico.
Refrigeración de baterías
Representa la vía por la cual se garantiza el correcto funcionamiento de la batería y se maximiza su vida útil. Para ello, es necesario decidir qué tipo de refrigeración es la más adecuada: puede ser refrigeración por aire o refrigeración por líquido, buscando el compromiso entre coste y eficiencia.
Las baterías representan una parte importante del coste de un vehículo eléctrico o hibrido y, por lo tanto, no sorprende el empeño por mejorar la gestión en esta área. A su vez, el control térmico de los packs de batería gana protagonismo, ya que la temperatura influye en el rendimiento, la seguridad y la duración del propio pack de batería.
Cualquier cambio de temperatura puede provocar una merma de las prestaciones y acortar la vida de la batería. Lo ideal sería que las variaciones de temperatura fueran mínimas entre las celdas de batería. Una temperatura demasiado baja puede reducir la salida de energía, mientras que un calor excesivo puede disminuir la esperanza de vida.
En ILPEA, en colaboración con nuestros clientes, hemos desarrollado en los últimos años los sistemas de gestión térmica y refrigeración más avanzados. Tenemos una gama de sistemas de refrigeración para vehículos eléctricos o híbridos, que ofrecen siempre la temperatura correcta de las baterías. Además ofrecen una instalación ergonómica, con todos los sensores y conectores que se necesitan en el proceso de fabricación del sistema de refrigeración del vehículo.
tubos plásticos multicapa
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Extrusión lisa: hasta 5 capas
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Extrusión corrugada: hasta 3 capas
Dimensiones habituales de extrusión
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Diámetro exterior (Ø ext): 4 – 50 mm”
ILPEA se encarga de diseñar, de calcular la mejor solución minimizando la pérdida de carga, de simular el conjunto y de ejecutar el sistema más óptimo de refrigeración de baterías.
Ventajas de la refrigeración:
- Mayor autonomía gracias a un menor consumo de energía
- Carga rápida
- Confort climático
- Más vida útil gracias a un menor estrés térmico
¿Cómo funciona la gestión térmica?
La gestión térmica implica regular los flujos de calor dentro del vehículo. Los componentes deben funcionar en su respectivo rango óptimo de temperatura y, al mismo tiempo, generar temperaturas agradables para los pasajeros en el interior del vehículo. Los sistemas de gestión térmica de los vehículos eléctricos son, en general, más complejos que los de los vehículos convencionales con motores de combustión. La batería debe enfriarse o calentarse según la situación respectiva. Además, no se dispone de calor residual procedente de un motor de combustión para calentar el interior del vehículo, lo que requiere el uso de medidas energéticamente eficientes, por ejemplo, mediante el uso de una bomba de calor.
El circuito de refrigerante y el circuito de refrigeración deben estar coordinados de manera óptima para transportar el calor dentro del vehículo y proporcionar las temperaturas requeridas. La interconexión de estos dos circuitos cambia según los requisitos de calefacción o refrigeración. Esto da lugar a varios modos de funcionamiento.
El refrigerante circula mediante una bomba en el circuito de refrigeración y transporta el calor desde donde se produce hasta donde sea necesario dentro del vehículo.
La alta capacidad térmica específica permite que el refrigerante absorba mucho calor en un espacio muy pequeño, que es necesario para enfriar eficazmente la batería. El refrigerante también se puede utilizar para distribuir el calor de manera muy flexible dentro del vehículo. Cuando el refrigerante absorbe calor, su temperatura aumenta y debe enfriarse en un intercambiador de calor.
El refrigerante puede ser tanto líquido como gaseoso. Mediante su evaporación (transición de líquido a gaseoso) se genera una capacidad frigorífica que facilita el enfriamiento incluso por debajo de la temperatura ambiente. Este conocido principio de climatización del interior del vehículo en verano también se utiliza para enfriar la batería cuando las temperaturas exteriores son muy elevadas. El calor liberado durante la condensación (transición de gaseoso a líquido) también se puede utilizar para calentar el interior del vehículo en invierno. El circuito de refrigerante está alimentado por un compresor de aire acondicionado eléctrico que comprime el refrigerante a la presión requerida, lo que permite la evaporación y la condensación a los niveles de temperatura elegidos.
Carga rápida
La carga rápida a altas temperaturas exteriores hace que la temperatura dentro de la batería aumente muy rápidamente. Para evitar que se supere la temperatura máxima permitida y permitir la rápida disipación de calor, la batería se enfría a través del enfriador (intercambiador de calor entre el circuito de refrigeración y refrigerante) y el circuito de refrigerante. Esto asegura una carga rápida en todo momento.